By Rosa Valderrama Cruz Es indudable que los aromas forman parte importante de nuestra vida e influyen en nuestro estado de ánimo. A lo largo de nuestra vida el sentido del olfato juega un papel preponderante en nuestro desarrollo físico y emocional. Desde identificar el buen estado de un alimento hasta disfrutar del aroma de una fragancia que nos recuerda un momento especial, significativo o también difícil, los aromas nos acompañan sin que seamos conscientes de ello desde el primer momento que vemos la luz en este mundo. La conexión directa del olfato con nuestro centro emocional en el cerebro hace que con unas pocas inhalaciones de un aroma, o sea en pocos segundos, revivamos momentos vividos o sintamos que nos estimulan, relajan, enfocan o aquietan. De acuerdo a estudios realizados la memoria olfativa supera largamente a la memoria, visual, auditiva o táctil por lo cual los aromas representan el mayor poder en relación a los demás sentidos y la evocación de situaciones del pasado. Si dichas vivencias que dejaron huella en nosotros están asociadas a olores, entonces encontraremos en los aromas, un enorme poder natural para gestionar nuestras emociones. El poder de los aromas es tal que pueden ser nuestros aliados en casa o la oficina para promover estados emocionales que contribuyan a nuestro bienestar. Por ello, si deseas estar rodeado/a de un ambiente estimulante y positivo, la opción a elegir se encontrará entre las fragancias cítricas o herbales, tales como la naranja, limón, bergamota. menta, eucalipto y romero. Si deseamos un ambiente relajado y calmo, es recomendable usar lavanda, manzanilla , jazmín o neroli. Y si deseamos equilibrar estados anímicos, tenemos el geranio y la palmarosa. Además los estudiosos de la Aromaterapia, recomiendan fórmulas personalizadas que incluso combinan más de una fragancia para trabajar situaciones más complejas y profundas a nivel emocional, que colaboran y complementan de manera maravillosa terapias de meditación o cognitivas-conductuales con exitosos resultados en el caso de problemas de estrés, ansiedad e insomnio, entre otros. Los aromas que se encuentran en su forma más pura en los aceites esenciales 100% son una vía natural y segura de contribuir a estados emocionales saludables que contribuyen a promover la felicidad y armonía personal. Si vas a utilizar aromas, que estos sean 100% puros y orgánicos, como es el caso de los Aceites Esenciales y productos JUST, que tienen probada garantía de bienestar y calidad suiza, además de cuidar el medio ambiente y ser socialmente responsables. Si te gusto este breve artículo, compártelo o dale “like” Rosa Valderrama
Consultora Independiente JUST
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Manejar el estrés que genera el esfuerzo es un arte que vale la pena aprender Han pasado 12 meses desde el momento en que dábamos la bienvenida al año 2020, llenos de ilusión y energía por lo que nos traería. Sin embargo, a las pocas semanas de iniciado, nos sorprendió abruptamente la pandemia. Inicialmente, parecía imposible resistir tanto; no obstante al pasar el tiempo vimos que si se podía vivir en medio de la incertidumbre y continuar adelante. Probablemente nuestros planes maestros para el año 2020 tuvieron que cambiar drásticamente y nos sorprendimos diciendo que nos estábamos reinventando o adaptando, quizás consideramos que para peor. Sin embargo soy de quienes creen que de toda situación, por más dura que sea, se puede extraer una enseñanza que puede enriquecer la vida propia, porque siempre es posible mirar las cosas desde una perspectiva diferente. Y si lo anterior es válido, ¿cómo seguir adelante en la conquista de nuestros sueños evitando, minimizando, eliminando o gestionando el estrés? ¿es esto posible? Quizás la clave se encuentra en la palabra gestionar. El problema en la actualidad radica en la cantidad e intensidad de esa reacción y su capacidad de encenderse y apagarse cuando corresponde, es decir, regularse de acuerdo a las necesidades. Esto me lleva a pensar que necesitamos aprender a manejar nuestra energía física, mental y emocional, dosificándola adecuadamente para no desperdiciarla o subutilizarla. Comencemos definiendo qué es el estrés. Se trata de una reacción fisiológica de nuestro organismo a nivel físico, energético, emocional y mental, como respuesta a determinadas situaciones externas que nos prepara para ser capaces de responder adecuadamente. En ese sentido, el estrés es deseable y necesario, de lo contrario permaneceríamos estáticos o con poca efectividad en nuestras labores en general. El problema en la actualidad radica en la cantidad e intensidad de esa reacción y su capacidad de encenderse y apagarse cuando corresponde, es decir, regularse de acuerdo a las necesidades. Esto me lleva a pensar que necesitamos aprender a manejar nuestra energía física, mental y emocional, dosificándola adecuadamente para no desperdiciarla o subutilizarla. En este camino personal de descubrimiento y crecimiento personal en el que estoy embarcada, quiero compartir con ustedes unas sencillas ideas al respecto. 1. Tener claras las prioridades. Saber qué es lo más importante, lo que tiene mayor valor, lo que más amamos, algo así como la Ley de Pareto aplicada al ámbito personal. Tener una idea clara en los momentos en que tengamos que elegir es una gran forma de administrar o gestionar el desempeño personal con la idea de alcanzar lo que para nosotros es lo más valioso, de lo contrario los recursos personales se diluirán en interminables cosas que nos distraen, que pueden ser urgentes y hay que atender, pero que no nos reportan satisfacción. 2. Saber con qué recursos contamos. Para desarrollar todo proyecto es necesario tener una logística que funcione y esto se aplica a todos los ámbitos de la vida. Saber qué tenemos, qué sabemos, qué ignoramos, nos hará buscar adquirir lo que nos falta sea material o inmaterial, y nos permitirá continuar en la plasmación de nuestros sueños. Si desconocemos esto, se perderá mucho tiempo intentando hacer algo que no se sabe o puede, generando frustración y estrés innecesario. Saber lo que no se sabe o tiene es tener un poquito de sabiduría. 3. Practicar la autoaceptación incondicional Todos tenemos virtudes y defectos, conocimientos e ignorancias, potencialidades y carencias, días y noches, luz y oscuridad. El tener la capacidad de aceptarlo de manera natural, sin generar resistencia a esa realidad, nos librará de sufrir de ansiedad, estrés en exceso, culpa y emociones o reacciones afines. La autoaceptación incondicional no significa resignación, significa no pelearse con nuestro lado oscuro, simplemente aceptarlo, darle la bienvenida y agradecer porque podemos discernir nuestro lado luminoso, que es el lugar desde el cual hay que trabajar, sembrar, nutrir y hacer crecer lo valioso de nuestros recursos interiores que nos permitirán concretar lo que soñamos. Martirizarse por lo que no se tiene es una forma de autodestrucción y no conlleva a nada positivo. Orientar la acción hacia lo que consideramos valioso, es la meta. 4. Estar abiertos al cambio. Al inicio de este tiempo de pandemia recordé una enseñanza que sostiene que hay que ser como el agua, que es capaz de adaptarse al recipiente que la contiene. Saber adaptarse al cambio o aceptar el cambio requiere flexibilidad que como todo en la vida se adquiere con la práctica. Entrenarse en la capacidad de cambiar planes pequeños, medianos o grandes es una necesidad porque la vida generalmente no nos pide permiso para irrumpir con sorpresas a las que hay que saber abrirse. Además, ¿por qué las cosas tendrían que ser tal y cómo las ideamos? ¿Quién lo ha dicho? Saber aceptar que hay situaciones en que lo que tanto anhelamos no será posible es una realidad necesaria a tener en cuenta, 5. Buscar la ayuda de la naturaleza. En ese transitar procurando alcanzar lo que anhelamos sin generar un estrés que no nos permita disfrutar del recorrido, en no pocos casos requerirá una ayuda adicional. Es que mantener el equilibrio emocional y la ecuanimidad, más aún en tiempos de incertidumbre, es para los expertos. Por ello es muy recomendable y saludable utilizar recursos puros, seguros y efectivos que nos relajen, estimulen o equilibren emocional y mentalmente, y qué mejor opción que los Aceites Esenciales 100% puros y orgánicos con garantía de calidad suiza que ofrece JUST. Estos son un auxilio seguro y de acción rápida y efectiva que de manera natural nos brindan el soporte de energía emocional que podemos requerir, y además fortalecen nuestro sistema inmune que se ve afectado por el estrés. Agradecida a Dios por este año que se ha ido y dándole la bienvenida a esta nueva aventura de vida que está empezando, les deseo un año 2021 cargado de experiencias enriquecedoras, nutritivas y saludables. ¡Feliz Año 2021! Si te gusto este artículo, compártelo o dale "like"
Por: Rosa Valderrama Cruz |
AutorHola, soy Rosa Valderrama Cruz, de Perú. Ingeniera Administrativa, emprendedora, creadora de contenido en redes sociales , voluntaria en organizaciones de desarrollo humano y ayuda humanitaria. Archivos
Octubre 2020
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